Toda una vida dedicada al arte

ENTRE SIGNOS ESPACIALES

Las excelencias de Vázquez Canónico se centran, lógicamente, en sus buenas maneras profesionales, y en su concepto de la creación artística. En su exposición encontramos piezas de reducido tamaño, realizadas en mármol y en bronce, perfectas de acabado y justas en su connotación espacial. Todas ellas, con su ligero asidero figurativo, se adhieren a un peculiar “expresionismo” originado por el ensamblaje de los volúmenes -sujetos casi siempre a un externo arabesco de tendencia unificativa, sólidamente construido- y por el amplio despliegue de ritmos -abiertos ó cerrados, según las necesidades expresivas del asunto- cargados preferentemente de signos espaciales. Y ambas cosas -volúmenes y ritmos- repletos de auténticos contenidos plásticos. El movimiento inherente a todas esas figuras presupone una necesaria multiplicidad de los puntos de vista. Señalar preferencias en esta exposición resulta casi imposible. Tal es la maestría con que todas las piezas parecen tratadas. Pero en general nuestro halago visual se inclina mas -acaso por la riqueza de la materia – hacia las realizadas en piedra. De una forma o de otra podemos afirmar que sus obras nos ponen en presencia de un joven escultor asturiano, cuyo nombre se puede unir, en paridad dméritos, al de esa escasa – pero importantísima- nómina de nuestros más recientes escultores: Alba, Navascués, José Luis Fernández…

JESUS VILLA PASTUR “La Voz de Asturias”