Toda una vida dedicada al arte

José Mayorga

En Vázquez Canónico hay un artista denso, múltiple, dulcificador de formas y compendiador de sentimientos y emociones eternas, capaz de dar lustre con su presencia al arte español actual en cualquier reunión internacional trascendente. Contemplar sus esculturas es iniciar un diálogo rentable con el arte, porque Canónico con su competencia y honesta profesionalidad ha sabido hallar primero y explicar después las esencias del arte. Es obra de sus constantes: su gran vitalidad. Entonces, a modo de resumen válido, podríamos decir que la visita a la Exposición de Canónico gratifica, porque nos concilia de nuevo -a su modo peculiar- con el arte. Esencialmente porque, al mismo tiempo, crea arte, reafirma sus posturas vitalistas y entonces se entiende y justifica esta aventura suya personal, que así su obra adquiere una dimensión cultural, al conectar con unas corrientes diluidas que sólo el artista -poeta, pintor, escultor, músico, artista en definitiva- tiene la necesaria virtualidad de traducirlas en moneda asimilable para los demás. Una obra, repetimos, de una importancia excepcional.